6. Atentamente: la alumna invisible 🙈

 ¡Feliz domingo a todos! Aprovecho el día de hoy para hacer una entrada muy importante para mí, esta entrada se la dedico a mi profesora favorita, a la profesora que probablemente me inspiró para estar haciendo este máster y a la que sin duda, debo mi amor por la lingüística. 

Como ya sabéis, yo estudié el bachillerato en Lugo, concretamente en el instituto IES Nosa Sra. dos Ollos Grandes, un instituto público con muchísimos alumnos y en pleno centro de la ciudad. Debido a esto, durante el bachillerato compartí clase con aproximadamente 30 alumnos más por asignatura. Todos sabemos que dentro de un aula hay alumnos de todo tipo: los que no van a clase, los que siempre la lían, los aplicados, los que siempre participan (a los cuales tengo que daros las gracias, ¡no sé que haría sin vosotros!), los graciosillos... y entre ellos hay un grupo al que yo pertenezco, el de los tímidos, el de los que no se hacen notar, el de los que solo participan cuando es estrictamente necesario aunque se sepan la respuesta. Sin duda alguna yo soy de esos, de esos alumnos que aparentemente, parecen invisibles


Pero... al igual que hay todo tipo de alumnos también hay todo tipo de profesores, y en concreto yo os voy a hablar de mi profesora de lengua española de 1º de bachillerato, Mavisa Rodríguez

Mavisa era una profesora con muchísimos años de experiencia (tuve la suerte de ser de sus últimas promociones y no sabéis cuánto lo agradezco), y por lo tanto, era muy sabia en su trabajo. Desde mi punto de vista, ella contaba con las mejores características con las que puede contar un profesor, especialmente para alumnos como yo a los que les cuesta sentirse cómodos en el aula. Ella era una persona que se fijaba en cada uno de sus alumnos individualmente, analizaba sus necesidades y sus potencialidades y trabajaba para mejorar ambas. El clima en las aulas de Mavisa era envidiable para cualquier profesor, principalmente porque había confianza profesor-alumno, puesto que Mavisa fomentaba el respeto, la comprensión y el apoyo entre todos. Además, su característica fundamental era que no estigmatizaba los errores, en el aula nadie tenía miedo al fallo porque sabíamos que Mavisa iba a convertir el fallo en un aprendizaje. De esta manera, Mavisa dejaba a un lado la "típica" posición autoritaria y egocéntrica que tienen muchos profesores (estoy segura de que todos hemos lidiado con alguno así...) y era empática y genuina. 


Es decir, esta mujer, a parte de tener unos conocimientos sublimes de la lengua y la literatura española (¡a lo que yo aspiro! 🤞🏻), tenía una muy buena formación humana.  Ella era consciente de que no todos los alumnos son iguales, y por lo tanto, no a todos les hay que enseñar de la misma forma. Con su manera de enseñar ella era capaz de hacer hablar a los tímidos, de calmar a los más liantes, de aprovecharse de las bromas de los graciosillos e incluso de hacer venir a clase a aquellos que nunca venían. Para ella todos teníamos un rol, algo que aportar... ella trabajaba con nuestros más y con nuestros menos y nos hacía brillar a todos.

Con tanto halago parece imposible que exista una profesora así... lo sé 😂, pero os prometo que existe y que es maravillosa (¡Ojalá mis compis del máster y yo consigamos algún día que un alumno hable así de nosotros!). De hecho, para que os hagáis una idea del buen ojo que tiene y de lo mucho que observa a sus alumnos, os dejo un artículo de El Correo Gallego en el que se explica como Mavisa fue la descubridora del talento interpretativo de uno de los mejores actores españoles, Luis Tosar: Luis Tosar, en un libro: del niño que buscaba oro a ganar tres goyas.



Espero que todos vosotros hayáis tenido, por lo menos, un profesor así. 

María

Comentarios

  1. ¡Qué maravilla que puedas hablar así de una profesora!

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    1. ¡Y qué maravilla que el destino ponga a gente así en nuestro camino!

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